sábado, 26 de septiembre de 2009

PALESTINA: Niños presos en cárceles militares israelíes

www.ipsnoticias.net

Por Mel Frykberg

BI'ILIN, Cisjordania, 24 sep (IPS) - Soldados israelíes arrestaron a ocho niños palestinos de entre 10 y 17 años en las ciudades de Naplusa y Qalqilya, en el norte de Cisjordania, en operaciones realizadas el lunes de noche y el martes de mañana.

La filial palestina de la organización no gubernamental Defensa de Niñas y Niños Internacional (DNI) informó en un comunicado que la cantidad de menores de edad en cárceles o en centros de detención temporaria del ejército israelí aumentó 17,5 por ciento respecto de 2008.

"El promedio de niños palestinos mantenidos en centros de detención israelíes en 2009 sigue siendo alto, 375 al mes ante los 319 de 2009", indicó la institución. "En agosto fueron detenidos 39 niños de entre 12 y 15 años, 85 por ciento más los 21 del mismo periodo de 2008."

Israel figura entre los 191 firmantes de la Convención de los Derechos de la Infancia, vigente desde 1990, según la cual "la detención, encarcelamiento o prisión de un niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda".

Nashmi Muhammad Abu Rahme tiene 14 años y vive en el poblado de Bi'ilin, cerca de Ramalah. Soldados israelíes irrumpieron en su hogar a las 3 de la madrugada del 15 de agosto y lo sacaron de la cama para arrestarlo.

Bi'ilin es escenario de una larga campaña de desobediencia civil y no violenta contra el muro que Israel construye alrededor de Cisjordania y que atraviesa predios agrícolas cercanos, además de separar a parte de la población local de sus lugares de trabajo.

Los ciudadanos de Bi'ilin reclamaron con éxito ante la justicia israelí la modificación del trazado del muro, pero el ejército no cumplió con la sentencia.

"Mi familia se despertó con los gritos y golpes en la puerta de los soldados israelíes, que luego me vendaron los ojos y me maniataron fuertemente y me arrojaron a la parte trasera de un 'jeep'", recordó Abu Rahme en declaraciones a IPS.

"En el trayecto a la base militar me abofetearon, golpearon y patearon hasta hacerme sangrar. Yo estaba muy asustado", agregó.

Médicos israelíes trataron a Abu Rahme por las hemorragias y contusiones antes de maniatarlo y vendarlo nuevamente para conducirlo a un interrogatorio que duró tres horas, durante las cuales fue acusado de arrojar piedras a soldados.

El muchacho estuvo en la cárcel una semana. El fiscal militar fijó una fianza de 5.000 shekels (equivalente a 1.340 dólares) y lo liberó.

En el cercano poblado de Ni'ilin "unos 12 niños de nuestro poblado han sido arrestados y detenidos por los israelíes", dijo a IPS el maestro de escuela Hassan Moussa.

Los procedimientos de detención administrativa de Israel permiten a las fuerzas armadas mantener a un palestino preso tres meses sin acusarlo ante la justicia. El periodo de arresto es prorrogable por otros tres meses.

De ese modo, la educación de las niñas y los niños se interrumpe "durante semanas y meses, sin que sean llevados siquiera ante el juez", lamentó Moussa.

La mayoría son detenidos por arrojar piedras. El Decreto Militar 378 de Israel prevé una pena máxima de 20 años por este motivo, apenas cinco menos que la condena promedio por homicidio en un tribunal civil.

"En los interrogatorios se les niega la asistencia de un abogado y la visita de familiares a niños de apenas 12 años", aseguró DNI. "También son sometidos a técnicas prohibidas, como el uso excesivo de vendas y esposas, bofetadas, patadas, posiciones dolorosas por tiempo prolongado, confinamiento solitario, privación de sueño y combinaciones de amenazas físicas y psicológicas."

La organización israelí de derechos humanos B'Tselem explicó que para el confinamiento se utilizan celdas denominadas "bloqueo" (sin luz, de 1,5 por 1,5 metros), "armario" (con techo bajo, en la cual el detenido puede pararse pero es incapaz de sentarse o moverse) y "tumba" (una caja de un metro de altura, 80 centímetros de frente y 60 de profundidad).

DNI documentó al menos siete casos de detención durante la guerra en Gaza, entre diciembre y enero pasados, en los cuales los niños fueron usados como escudos humanos por el ejército israelí.

"Existe una gran diferencia en el modo en que la ley israelí trata a los menores de edad de esa nacionalidad y a los palestinos", dijo a IPS Jaled Quemar, de DNI Palestina.

Palestinos de al menos 12 años pueden ser procesados en las cortes marciales israelíes y considerados adultos a los 16. Los israelíes, sólo a partir de los 18.

El ejército anunció en julio la instalación de una corte marcial separada para los menores de edad. Mientras, niños y adultos son juzgados por los mismos tribunales.

"La buena noticia es que, después de 42 años de ocupación, los israelíes reconocen que el tratamiento legal que deparan a los niños palestinos ha sido moralmente indefendible", evaluó Quemar.

"La mala noticia es que los cambios son meramente semánticos. Los niños continuarán siendo procesados por los mismos jueces y en las mismas cárceles. La única diferencia es que los menores tendrán un juicio separado del de los mayores", agregó. (FIN/2009)

jueves, 17 de septiembre de 2009

EL SALVADOR: En marcha reforma del sistema penitenciario


Moreno explica los objetivos de la “Carretera de Oportunidades”


Douglas Moreno, Director de Centros Penales. Foto Diario Co Latino/Rosa Campos


Beatriz Castillo
Redacción Diario Co Latino

La crisis al interior del sistema carcelario en el país es grave, según lo explica el director Douglas Moreno. Sin embargo, la nueva administración impulsa “Carretera de Oportunidades”, un proyecto que busca industrializar el sistema, darle orden y reducir el hacinamiento en los 19 centros de resguardo.

- Existe una población de más de 20 mil reos, ¿cuál va a ser el modelo o las políticas que se van implementar para buscar la readaptación y la reinserción?
En primer lugar, voy a enfocarme que la solución (al problema de la sobrepoblación) no se construye desde el sistema, pero hay cosas que nos competen a nosotros y otras que no nos competen, como es el hecho que más personas delincan y hayan más capturas por la efectividad en la actividad policial. Nosotros hemos encontrado un proceso crítico de más de 20 mil personas dentro de la cárcel, eso no solo debería ser para medir la efectividad policial, debería ser preocupante para el país.

Lo que urge ahorita es una serie de programas sociales y económicos, porque es vergonzoso encontrar más de 21 personas en el sistema carcelario. Hoy que tenemos el problema, nos toca idear una estrategia en la cual hemos contratado un equipo especial que va a construir las propuestas para los jueces con respecto a las medias penas y a los terceras partes de la pena, para aquellas personas que puedan entrar en libertad condicional.

Esto tiene que ser bien escogido porque son personas en tercera edad, personas enfermas y luego hay personas que no necesitan estar más detenidas y podrían entrar en libertad condicional. Más o menos tenemos el consenso de 3 mil a 3 mil 500, que podrían entrar en el proceso de planteamiento hacia los jueces.

- Los que se pueden acoger…
Que se pueden acoger bajo ese estatus de libertad condicional, y esa es la diferencia que tenemos que hacer. Nosotros no vamos a poner libre a nadie, nosotros proponemos al juez que hay condiciones y que ellos consideren si la libertad condicional procede; en tal sentido los jueces decidirán si otorgan la libertad o no.

- ¿En cuánto tiempo van a tener ese diagnóstico?
El diagnóstico ya ésta, hoy los equipos que se han contratado es para que en los próximos tres meses pasen estas propuestas.

- Uno de los problemas en los últimos años en el sistema es el ocio carcelario. ¿Cómo van a combatirlo?
Primero, tratar el hacinamiento, no podés procurar ocupación, si no tratás el hacinamiento primero. Vamos a tratar el hacinamiento y mientras esto se va evacuando, paralelo se impulsará las un mil actividades ocupacionales que podamos diseñar a través de los equipos como programas. Pero le estamos apostando a que las cárceles deben de tener un trabajo de carácter industrial, debe de salir una producción de carácter industrial, eso las hace diferentes a la visión de trabajos ocupacionales; esa es una cosa valiosa, pero la cárcel debe de ser industrial.

- ¿Ese es el rostro que ustedes quieren darle?


- ¿Hay proyectos para industrializar?
Estamos analizando una propuesta, que el señor Presidente con la Primera Dama están viendo si es factible todavía, para ver si Brasil nos puede proporcionar la técnica y el equipo para la elaboración de pelotas, pero solo es una propuesta y el señor presidente está viendo que factible puede ser. También queremos ver con la Embajada de Taiwán si podemos trabajar en cultivos en espacios pequeños, pero, tiene que ser siempre a nivel grande, no puede ser una cosita artesanal.

- Pero, ¿los talleres no quedarían al margen de estos proyectos de rehabilitación?
Para nada. Incluso, esos talleres pueden seguir sirviendo, pero no deja de ser muy poco, muy artesanal y lo que queremos es llegar a una proyección industrial.

- ¿Eso busca “Carretera de Oportunidades”?
Con justicia y seguridad, son cinco líneas estratégicas dadas por el plan de Paz Social diseñado en 2007, y en base a esas cinco líneas hemos diseñado 26 estrategias. Si tu consultas nuestro programa de gobierno te dice que se diseñarán estrategias brindando un trato especial, con respecto a la dignidad humana de la persona infractora, reduciendo al mínimo su deterioro y facilitando su inserción social por medio de un proceso de reconocimiento, reconciliación, reparación.

- ¿Ustedes están conscientes del problema que han encontrado?, porque se habla de estructuras criminales que están planificando homicidios, secuestros y extorsiones.
Estamos tan conscientes que cuando se les escaparon (bartolinas del Centro Judicial Isidro Menéndez) en diciembre (2008) 12 pandilleros y el 13 (líder de pandillas); luego las declaraciones de que el FBI tenía información de que el 13 había ordenado desde Zacatecoluca homicidios; entonces, se imaginaran cómo ha estado ésta situación desde hace tiempo. Porque si se podía ordenar eso desde Zacatecoluca, quería decir que tenemos un grave problema de corrupción.

- ¿Cómo se va combatir esa corrupción?
Depurando. Vamos a tener que depurar fuertemente el sistema penitenciario.

- ¿Ya hay un plan estratégico?
Sí. Sabemos que hay buenos elementos que han defendido, han apoyado y trabajado fuertemente en el sistema. Pero, definitivamente estamos encontrando que hay una corrupción fuerte de cierta parte del personal y que habrá que combatirla.

- ¿Cómo dejó la administración pasada el sistema?
Muy mal. No hay un sistema penitenciario, lo que se tiene es un bloque de 19 cárceles, de las cuales 7 están para pandilleros, una especial en Metapán, Zacatecoluca de Máxima Seguridad, quedan 10. No hay un sistema. Ha existido un pésimo manejo.

- En el tema de infraestructura, ¿cuál será la apuesta?
Vamos a formar los patronatos por centro penal, la sociedad civil tiene que participar, porque se tiene una mala infraestructura, no se ha invertido nada.

- ¿Cómo funcionará este patronato?
Tenemos mucha sociedad civil (iglesias, empresas, ONG con proyectos que se ejecutan en las cárceles) que está trabajando bajo sus propios esfuerzos en una forma desorganizada, y la forma de organizarlos es a través del patronato.

- ¿Habrán más centros penales de máxima seguridad?
Vamos a seguir con los centros que habían quedado construidos como es Izalco que es muy grandes y la ampliación de Zacatecoluca que se va a seguir, porque en un 80% esta próximo a terminarse. Pero hoy por hoy, no hay plata para eso, nosotros le apostamos más a trabajar en los programas y en reducir el hacinamiento. A trabajar más a fuera de la cárcel, porque si no, nos vamos a convertir en lo que hemos sido en los últimos 20 años: un diseño de multiplicidad de capturas que terminan en la cárcel, y no logramos darle tratamiento debido, y tenemos un colapso del sistema.

- ¿Cuánto necesita para echar andar los proyectos de Carretera de Oportunidades, infraestructura, mejorar la tecnología?
12 millones de dólares, ya empezaron a llegar algunas donaciones. En ese aspecto sabemos que lo de seguridad (en penales) está asegurado, lo de los programas de rehabilitación es lo que vamos hacer con los patronatos, esa plata saldrá de los patronatos, esa será la estrategia. Yo veo muy buena voluntad en las iglesias. La infraestructura tendrá que enfrentarla el Estado

- ¿Cómo será la inversión en tecnología?
Desde los famosos bloqueadores hasta el escaneo de cavidades es estratégico, porque no le tocaríamos ni un pelo a las personas, esta es tecnología en forma computarizada. Puertas escaneadoras y cámaras también, aspectos que hemos denominado protocolos de seguridad especializados.

- ¿En qué penales se estaría trabajando primero, en el tema se seguridad?
Zacatecoluca, Ciudad Barrios, Gotera, Izalco y Mariona, los más grandes.

- Se ha estado manejando mucho el tema del traslado del Sirra y la investigación que existe sobre su supuesta participación en dos secuestros, y posterior asesinato de dos mujeres…
La policía está haciendo sus investigaciones, yo creería que una investigación no debería de revelar varias cosas, porque mientras no ha reunido varias pruebas se puede poner en riesgo la investigación. Nosotros estamos desarrollando una investigación con respecto a lo que pudo haber pasado, pero no la estamos manejando públicamente.

COSTA RICA: Sistema de oportunidades para privados de libertad con edades entre 18 y 21 años


www.lanación.co.cr
YURI LORENA JIMÉNEZYJIMENEZ@NACION.COM

Enderezar el rumbo


Privados de libertad con edades entre 18 y 21 años, algunos con un amplio historial delictivo, están estrenando el sistema de oportunidades y compromisos con el que el Minis- terio de Justicia apuesta por su rehabilitación. Mas la medida no está exenta de polémica.

Sentados alrededor de la mesa, prestos a hablar de sus historias sin remilgo alguno, todos parecen colegiales comunes y corrientes. Aunque son mayores de 18 años, algunos aparentan menos. Son varios privados de libertad de la cárcel Adulto Joven, ubicada dentro de las instalaciones del Centro Penitenciario La Reforma, y que alberga en total a 70 condenados con edades entre 18 y 21 años.

Es martes, son las 10 de la mañana y el rabioso sol estrella sus rayos afuera. Ajenos, o quizá acostumbrados al calibre de los hechos que los tienen tras las rejas, todos acceden a empezar la charla-entrevista contando la razón por la que purgan condena. Dan sus nombres reales o sus apodos. Uno tras otro, se presentan al mejor estilo de los estudiantes el primer día de clases: “Jeffry, 18 años, vecino de Hatillo. Homicidio”. “Juan Carlos, 19. Desamparados. Cómplice de homicidio”. “Javier, 20 años. Robo agravado”. Y así.

Será por el ambiente de internado, más que de cárcel, que reina en el entorno en aquel soleado día, que el ambiente expele cualquier cosa menos peligro, aunque las lapidarias confesiones de estos muchachos con mirada de “niños-hombres” se antojan tan inverosímiles como tenebrosas.

Ellos forman parte de un grupo de 24 internos del Centro Adulto Joven que, a partir del 12 de junio, engrosan la cifra de privados de libertad acogidos al programa de Oportunidades y Compromisos del Sistema Penitenciario, uno de los proyectos estrella del actual Ministerio de Justicia. Este modelo empezó a funcionar en diciembre del 2008 y ya se desarrolla en otras cuatro cárceles. Próximamente se instaurará en el Buen Pastor.

A grandes rasgos, el sistema promueve un intercambio en el cual los presos se comprometen a convivir en armonía, en módulos especiales; con horarios estrictos para levantarse, estudiar, trabajar, mantener el entorno en estricto orden, respetar en un 100 por ciento la propiedad y la integridad ajena (tanto de sus compañeros como de los guardas), exiliar el vocabulario soez u ofensivo en el trato cotidiano y, uno de los compromisos más importantes: respetar la prohibición absoluta de usar o comerciar cualquier tipo de psicotrópicos.

Quienes se acogen a este sistema reciben a cambio la oportunidad de graduarse en primaria, secundaria, educación técnica o universitaria; aprender algún oficio; trabajar en los diferentes talleres y ganarse algún dinero; recibir las tres comidas diarias fuera de sus ámbitos, y hacer deporte a diario (en el sistema normal, estos jóvenes salían una única vez al mes a ejercitarse).

También se les permite que las visitas de sus familiares sean más frecuentes y que utilicen la computadora o vean televisión en horarios regulados.

Viviana Martín, jerarca del Ministerio de Justicia, afirma que al principio de su gestión, tras visitar las 26 cárceles del país, le llamaron sobremanera la atención las condiciones carcelarias de los muchachos de la cárcel Adulto Joven, y desde entonces estableció entre sus prioridades el propiciar un cambio pronto.

“Se trata de muchachos que están en la flor de la vida, que por su edad tienen gran energía e ímpetu. No puede ser que tengan oportunidad de hacer ejercicio solo una vez al mes, o que purguen sus condenas en medio del ocio y en un ambiente nocivo y contraproducente para cualquier intento de rehabilitación. Por eso estamos tan contentos de la respuesta que ha habido con estos primeros 24 muchachos, de hecho ya estamos trabajando en habilitar dos módulos para otros 24. La población que tenemos en esa sección es de 70, y la idea es incorporarlos a todos en este sistema”, explica Marín.

Su posición ha despertado críticas y ha levantado las voces de diversos sectores que consideran que los delincuentes juveniles están siendo tratados como si estuvieran en un internado, y que la privación de libertad en esas condiciones no les da el castigo que merecen por las graves faltas que cometieron (Vea nota ¿Oportunidad o alcahuetería? ).

Sin embargo, Martín rechaza de plano estas premisas y justifica las razones para fomentar la rehabilitación y, eventualmente, otras oportunidades (como indultos) con diferentes argumentos que van desde postulados universales de derechos humanos hasta cifras que demuestran, según dijo, que la mayoría de privados de libertad, dentro y fuera del penal, están abiertos a recibir y a aprovechar esas segundas oportunidades.

Promesas de enmienda

Por su parte, tras la súbita mejoría en su estilo de vida carcelario, todos aseguran que lo último que harían es lanzar por la borda esa oportunidad. No solo para hacer más llevadera y hasta provechosa su estancia en prisión, sino porque dicen que quieren rehacer sus vidas lejos de la delincuencia una vez que salgan.

Puede sonar utópico. A muchos de ellos mismos les suena a utopía. Porque saben que una cosa es estar dentro, contenidos y a la vez protegidos por el sistema, y otra muy diferente será cuando se enfrenten de nuevo a la vida en sociedad con todos sus problemas y tentaciones y, en muchos casos, al sinnúmero de enemigos que dejaron afuera.

Sin embargo, por el momento, estos muchachos intentan vivir un día a la vez. Varios de ellos eran menores de edad cuando atentaron contra la vida, la integridad o la propiedad ajena, por lo que sus condenas son mucho más laxas que las de quienes infringen la ley después de los 18.

Y, como el año carcelario es de 10 meses, más los descuentos por buena conducta, días feriados, etcétera, a la postre varios podrían estar fuera antes de cumplir sus 25 años –según sus propios cálculos–, independientemente del crimen que los puso tras las rejas.

Pero por ahora, mientras la legislación actual esté vigente, la ministra Martín insiste en que su deber es entregarle a la sociedad mejores ciudadanos de los que recibió cuando entraron a prisión.

Entretanto, la opinión pública sigue más alarmada por la ola de delincuencia que por cualquier otro tema, incluida la crisis económica. Tema especialmente álgido para el Ministerio de Justicia si se toman en cuenta las estadísticas que ubican a los adolescentes y adultos jóvenes como una población delictiva en franco crecimiento.

Según datos del Poder Judicial, solo en el 2008, un total de 13.677 menores implicados en algún delito fueron pasados a los diversos juzgados juveniles. Esta cifra muestra un crecimiento del 18,5 por ciento con respecto al 2007, cuando fueron procesados 11.541 jóvenes.

En lo que a veces parece un laberinto sin salida, quienes tal vez puedan opinar con mayor conocimiento de causa son los mismos privados de libertad, tanto los que vienen de otros centros de internamiento (el caso del centro Zurquí, que alberga a infractores adolescentes hasta los 18 años), como los que llegan “de la callecita” –como dicen ellos–, pues fueron condenados entre los 18 y los 21 años.

Sin excusa

Jeffry tiene pinta de universitario nerdo . Por su talante y actitud, difícilmente alguien relacionaría su imagen con la de un delincuente, mejor dicho, un asesino juvenil. Y es que sí, sí existen estereotipos, muchos de estos muchachos con sus miradas cándidas y sus gestos infantiles son la muestra viviente de que las apariencias engañan.

A favor y en contra. Porque muchos se cruzan de calle ante lo que consideran “una pinta ” que, a la larga, es un tipo inofensivo y al revés: otros muchos bajan la guardia ante el tipo (o la tipa) bien vestidos que, de pronto, a medio metro de distancia, se convirtió en su pesadilla.

Así que Jeffry, en la calle, posiblemente se ubica en el segundo grupo, en el de “los que no parecen”. Ni siquiera está tatuado, como la gran mayoría, o al menos no en áreas visibles tras su t-shirt.

Según sus propias palabras, está “ caneando por un enjache ” (es decir, encarcelado por asesinar a un vecino con el que venía retándose visualmente desde hace meses). Su decir refleja el odio absurdo que se gesta entre pandillas de barrio; en su caso, ni siquiera por un tema de drogas o de posesión territorial.

“Viéndolo ahora que ya ha pasado el tiempo, uno se pone a pensar lo idiota que fue. Porque yo a él no lo conocía, éramos vecinos de alameda y la verdad nunca nos dijimos ni una palabra. Era puro ‘enjache’, pura envidia. El mae se picaba porque yo andaba con buenos chaines, nos hicimos enemigos de la nada, llegó el momento en que yo solo pensaba en él con un odio rarísimo, hasta que se me metió en la cabeza que tenía que matarlo, era él o yo (…) Una noche cogí el chopo (el arma) y el finado como que se me puso…” (en ese momento hace una pausa y expresa su preocupación porque “la familia del occiso” se pueda sentir afectada por sus declaraciones).

Su historia se repite en los demás, apenas con variaciones. Algunos mataron a dos, tres o más, aunque también hay quienes confiesan que solo han sido juzgados por algunos de sus homicidios. Se les pregunta qué se siente matar a alguien. Guardan silencio. Se encogen de hombros. Alguno balbucea... “Diay, errores de la vida”.

Otros no han matado, pero se hicieron de “cosas finas” gracias a robos de toda índole. La mayoría admite haberse vuelto adicto a las drogas, en especial al crack , pero ninguno, al menos al calor de la entrevista, le endosa su responsabilidad a otro factor que no sean sus malas decisiones.

Uno a uno fueron desgranando los traidos (problemas) que los llevaron tras las rejas. Y cada uno tiene a su haber su propia suma de variables, desde infancias problemáticas y abusadas, hasta crianzas holgadas con todas las comodidades, en hogares de clase media-alta, en las que el muchacho simplemente se desvió del camino recto.

Todos hablan de las duras experiencias que enfrentaron en prisión antes de acceder al módulo de Oportunidades y Compromisos. “Yo vengo del Zurquí, oiga… ¡el Zurquí es un jardín de niños, es un paraíso en comparación con lo que uno se encuentra cuando llega aquí! (en referencia a la sección corriente de Adulto Joven)”, dice uno de los muchachos, quien se confiesa exadicto y condenado como cómplice de homicidio.

A casi un mes de haber estrenado las modificaciones en el módulo actual, los jóvenes dicen estar respirando un oxígeno diferente. Desde su área se observan los módulos de Adulto Joven que aún no han sido incorporados al nuevo sistema y, ciertamente, la diferencia es sustancial.

Hasta la misma cárcel tomó matices diferentes. Literal y figuradamente hablando. Los grises dieron paso a tonos apastelados, que por el momento conservan la pintura intacta (el primer rayonazo implica regresar al módulo común); las pertenencias de cada quien están ordenadamente apiladas junto a los camarotes, y la ventilación natural es reforzada con potentes abanicos. En el área de patios, rige un rol para que todos laven su ropa y los platos y cubiertos del almuerzo. Deben madrugar para cumplir con los trabajos que seis empresas han subcontratado al Ministerio. Así aprenden un oficio y, de paso, pueden aportar algún dinero a sus familias. Parte del compromiso que asumen también es estudiar para ir escalando peldaños: la mayoría está tratando de terminar la secundaria.

La idea del “compromiso”, explican ellos mismos, es que no haya agresiones de ningún tipo, ni siquiera verbales; cero drogas, cero robos, cero discusiones con las autoridades carcelarias. Se saben la lista al dedillo. En teoría, tampoco pueden andar con el torso descubierto, aunque durante la visita, el calor hizo que varios se despojaran de sus camisetas. De seguro, ante lo que se veía antes, tal infracción es considerada leve por los celosos gendarmes.

De hecho, Martín hizo lo imposible por conseguir 20 nuevas plazas de guardas cuando se dispuso que “Adulto Joven” ingresaría al módulo de Compromiso y Oportunidades. “Una de las principales objeciones era que si estos muchachos iban a andar con cierta libertad de tránsito en sus módulos, tenían que estar bien vigilados. ¿Quieren guardas? Pues los van a tener. Y conseguí las 20 plazas pero pedí expresamente que la mayoría fueran de ingreso reciente, sangre nueva, que no estuvieran contaminados, para que empezaran de cero con los muchachos.

“El 12 de junio inauguramos el módulo y, como ha ocurrido con los 700 privados de los otros cuatro penales, hemos obtenido un 100 por ciento de respuesta exitosa, es decir, ningún privado ha ocasionado falta alguna que lo devuelva a los módulos corrientes, lo cual nos estimula a seguir”, dice la ministra.

Pero ¿cómo saber si su actitud positiva, juiciosa, obediente y disciplinada no desaparecerá cuando regresen, tras cumplir su sentencia, a sus antiguos barrios, a sus viejos problemas?

La pregunta provoca silencios y reflexión entre los muchachos. Jeffry admite que, así como añora su libertad a diario, también piensa mucho en el temor de enfrentarse con sus fantasmas cuando salga de la cárcel: su víctima provenía de una numerosa familia en la que abundaban los hermanos y primos.

“Me la tienen jurada. Yo sé que salgo de aquí y tengo que irme bien lejos, a mi familia se la perdonaron porque me están esperando a mí… qué tonto que es uno. Saber que yo pude haber buscado a ese mae y haberle dicho: ‘Oiga, ¿sabe qué? Nosotros podemos ser compas , la verdad es que somos enemigos por nada… yo pienso mucho en eso, en que si a mí no me hubiera dominado ese odio rarísimo, tal vez Bryan (ahora menciona a la víctima con familiaridad) y yo hubiéramos hablado y todo bien… hasta pienso que tal vez hubiéramos llegado a ser los mejores amigos… Pero diay, las cosas no se dieron así. Ahora él está en el cementerio, y yo aquí, pensando en él todos los días, igual que cuando estaba vivo”, reflexiona.

Así como la mayoría asume sus delitos con naturalidad pasmosa, también confiesan lo vulnerables e indefensos que se han sentido una vez que fueron condenados e ingresaron a prisión.

Martín, el único que prefirió omitir la causa de su condena al principio de la entrevista (aunque en segundos alguno de sus compas murmuró: ‘Fue por abusos deshonestos’), es oriundo de una bella zona rural del país y no hay día en que no añore regresar a sus montañas, a su pintoresco pueblo, a sus faenas agrícolas.

A sus 20 años, tiene un físico privilegiado y su verbo no se queda atrás. No se le nota el dejo citadino barriobajero (léase pachuco) en el lenguaje. Y es el que menos se justifica por sus acciones.

“Yo nunca pensé que el problema iba a llegar a esto. La güila tenía 12 años pero ya era una mujer, lo que pasa es que la mamá se ciñó mucho, y entre audiencia y audiencia, me dieron cinco años. Viera la Navidad pasada (la primera que pasó en prisión), no podía parar de llorar, me dio un sentimiento horrible pensar en mi familia, más en mi mamá. Uno aquí valora cosas a las que jamás les hubiera puesto mente.

“ Yo antes me levantaba y mami me preguntaba: ‘¿Papito, va a desayunar? ¿quiere pintico , qué le hago?’. Y tal vez uno medio respondía de mala forma: ‘Ay mami, ahora después’…

“Vea, hoy daría lo que fuera por levantarme y oler el café recién hecho de mi mamá, oírla a ella en la cocina con el trastero haciéndole chineos a uno, los que uno nunca valoró.

“ Yo sé que todos decimos lo mismo, pero yo le juro que el día que salga de aquí es para no volver nunca más, yo me voy a convertir en un gran maestro de obras allá donde vivo…

“Aquí he visto y oído cosas horribles, pero yo decidí que eso no me va a marcar, el que quiere puede, Dios es la fuerza que uno tiene. Yo estoy consciente de mi error pero apenas tengo 20 años, tengo toda la vida por delante”, dice este joven, uno de los que se muestra más consistente en su discurso de enmienda.

Así, entre sueños, oscuros recuerdos, violentos pasados y utopías, transcurren los días de esta “generación piloto” del Módulo de Oportunidades y Compromisos.

La gestora, Viviana Martín, insiste en que la rehabilitación no una quimera.

Y una vez más, se ampara en las estadísticas. “Le cito solo un ejemplo. Del 100 por ciento de la población penal que hay en San Sebastián –unos 600 privados– el 75 % son delincuentes primarios, (jóvenes que por primera vez cometen un delito); solo un 25 por ciento es reincidente. Eso quiere decir que un 75% que alguna vez pasó por ahí no regresa a la cárcel. Para mí es una cifra muy alta y reveladora, nos dice que algo estamos haciendo bien y nos ratifica que sí vale la pena invertir en la rehabilitación de las personas”.

martes, 15 de septiembre de 2009

ARGENTINA: El derecho a la educación pública en las cárceles

Comparto en esta ocasión una invitación recibida del GESEC para una interesante jornada de debate en torno al tema de educación en cárceles.

GRUPO DE ESTUDIOS SOBRE EDUCACIÓN EN CÁRCELES INVITA A JORNADA SOBRE EL DERECHO A LA EDUCACIÓN EN CÁRCELES


Los diputados de la Nación ARIEL BASTEIRO Y JORGE RIVAS, tienen el agrado de invitar a usted a participar de la Jornada "El derecho a la educación pública en las cárceles", que se realizará el día 24 de septiembre a las 09.00 hs., en el Salón Auditorio de la H. Cámara de Diputados, sito en el primer subsuelo de Riobamba 21, ciudad de Buenos Aires, con el siguiente cronograma de actividades:

9.00: Acreditación
09.30: Apertura a cargo del Diputado Nacional Ariel Basteiro y del Ministro de Justicia, Seguridad y DD.HH de la Nación Dr. Julio César Alak (a confirmar).
10.00: Panel: Fortalezas y debilidades en el ejercicio del derecho a la educación en cárceles.
Panelistas:
- Diputada Nacional Adriana Puigross, presidenta de la Comisión de Educación de la H. Cámara de Diputados.
- Lic.Isabel Ribet, coordinadora del Programa Nacional de Educación en Contextos de Encierro en el Ministerio de Educación de la Nación
- Dr. Alejandro Marambio, Director del Servicio Penitenciario Federal.
Coordina: Dra. María José Burgos, asesora de la Secretaría de Relaciones Parlamentarias de JGMN.

12.00: Pausa

12.15: Panel: Avances normativos en la justiciabilidad en el disfrute del derecho a la educación en las cárceles.
Panelistas:
- Diputado Nacional Emilio García Méndez, secretario de la Comisión de Justicia de la H. Cámara de Diputados.
- Representante de la Procuración Penitenciaria Nacional.
- Dra. Cristina Caamaño, docente del Centro Universitario Devoto (CUD) de la UPF 2.
Coordina: Marianela Perafán, miembro del GESEC.

14.15: Pausa para almorzar

15.30: Panel: "El impacto del disfrute del derecho a la educación en la vida de las personas privada de la libertad".
Panelistas:
- Diputada Nacional Victoria Donda Pérez, secretaria de la Comisión de Derechos Humanos y Garantías de la H. Cámara de Diputados.
- Dr. Nicolás Rojas, egresado de la UNLP.(a confirmar)
- Lic. Fernando Scarfó, Presidente del GESEC.
Coordina: Ing. Sandra Cozzo, asesora de la Secretaría de Relaciones Parlamentarias de la JGMN.

17.30: Cierre a cargo del Secretario de Relaciones Parlamentarias de la JGMN, Dr. Oscar González.

domingo, 13 de septiembre de 2009

CHILE: Salidas alternativas a los juicios: Fiscalía aplica sistema de mediación para reparar daños por delitos menores

www.emol.com
MARIO GÁLVEZ

Un cara a cara entre víctima y victimario permite soluciones consensuadas que evitan llevar algunos casos a los tribunales.


Un exitoso sistema de mediación, que busca privilegiar los acuerdos reparatorios y la suspensión condicional del procedimiento cuando se trata de delitos menores, desarrolla la Fiscalía Centro Norte en conjunto con la Corporación de Asistencia Judicial (CAJ).
De acuerdo con lo explicado por el fiscal Andrés Montes, uno de los profesionales que trabajan en el programa, el objetivo final "es que buscamos soluciones de mejor calidad para casos en que está permitido por nuestro ordenamiento jurídico".
Los delitos derivados a este tipo de procedimientos son apropiaciones indebidas, que los ve la Fiscalía Especializada de Delitos Económicos; amenazas, cuasidelitos de lesiones, daños simples, problemas entre vecinos con significación penal y lesiones leves, entre otros hechos, que van a las fiscalías territoriales.
Montes señaló que una vez que las partes logran un consenso, los acuerdos son visados por un juez de garantía.
Mediación en cifras
El año pasado, por ejemplo, fueron derivados 108 casos. De éstos, 63 rechazaron la mediación y 45 la aceptaron.
Finalmente, 37 casos -el 82%- consiguieron acuerdo y sólo ocho fracasaron, por lo que continuaron el procedimiento judicial normal.
Este año, el resultado es casi similar. De los 75 casos derivados, treinta aceptaron mediación. Y terminaron exitosamente 25, equivalente al 83%.
La abogada Mónica Valdés, coordinadora técnica en Resolución Alternativa de Conflictos y Mediación de la CAJ, explica que el sistema es rápido pues, dependiendo de la complejidad del caso, los acuerdos se logran entre veinte y treinta días.
El procedimiento comienza con la citación de las partes. En algunos casos en que se detecta complicación, la primera reunión se hace por separado. Allí, la mediadora les explica los alcances judiciales del caso y la posibilidad de una salida alternativa vía conciliación.
Si se acepta la mediación y hay acuerdo para solucionarlo sin ir a juicio, se cierra el procedimiento previo visto bueno de un juez de garantía.
Mónica Valdés destaca que entrevistaron a cien personas que fueron derivadas al sistema de mediación, sin distinguir si llegaron a acuerdo o no: "Más del 80% lo calificaron como positivo y declararon que si volvieran a tener un problema penal, o un amigo o un pariente, recomendarían la mediación antes de ir a tribunales".
Los casos son muy variados. Por ejemplo, un perro mordió al vecino. Y el propietario se comprometió a que el animal, cada vez que sale a la calle, debe portar bozal y traílla. O un joven que pintó un grafiti en la pared de un vecino debió comprometerse a repintar la muralla para reparar el daño causado.
El fiscal Montes señala que con este sistema "se reafirma la responsabilidad que le cabe al ofensor y se explicita el sufrimiento de la víctima, pero al mismo tiempo se ofrece al ofensor la posibilidad de reparar a la víctima", según explica.


"Pedí disculpas a todos mis vecinos"

Carlos Aid Escamilla vive en un departamento del cuarto piso de un edificio de calle Echaurren. Hace algunas semanas organizó una fiesta en su casa e invitó a varios amigos.
"La verdad es que los invitados llevaron a otros amigos y el 'carrete' subió de nivel en música y gritos", relata a este diario.
En resumen, el tema se le fue de las manos y los vecinos reclamaron. Llegó Carabineros hasta con megáfono, le notificó una infracción y fue derivado al tribunal.
"Me ofrecieron la mediación y yo acepté", explica. Su contraparte fue Cecilia Flores, quien además de vivir en el mismo edificio de Carlos, es administradora del lugar.
Luego de algunas reuniones se llegó a una solución. El denunciado pidió disculpas a todos los vecinos del condominio y se comprometió a avisar cuando haga otra fiesta. Y obviamente, el compromiso implica que la música debe estar a decibeles normales y hasta cierta hora.
Cecilia Flores se declara satisfecha por el acuerdo. "Este sistema lo encuentro excelente. Yo administro hace como doce años el edificio y a veces hay gente muy negativa que no se puede llegar a ningún acuerdo. Esta es la primera vez que usamos el sistema y pudimos llegar a un avenimiento rápido a satisfacción de todos los vecinos", explica.


Pusieron fin a 40 años de duros conflictos

Los problemas entre las familias de Sergio Lisboa y Alma Herrera llevaban 40 años de existencia. Desde que sus abuelos y padres, respectivamente, llegaron a vivir a un condominio de casas pareadas en calle Marín, Santiago Centro, las disputas, acusaciones y conflictos fueron permanentes.
Ninguno de ellos cedía a los requerimientos del otro. Se cortaban cables que pasaban por las respectivas casas, se derribaban antenas, se clausuraban portones con candado. Los carabineros del sector fueron asiduos visitantes ante las denuncias que se hacían unos a otros.
La amistad de los niños de entonces terminó. Prácticamente, se hicieron enemigos permanentes, relata Alma. "Me dio mucha pena. Con Sergio éramos amigos. Cuando él nació yo lo fui a ver, porque es menor que yo. Pero, con esta cosa se rompió la relación, no nos mirábamos, no nos hablábamos, ninguna cosa", relata.
Lisboa presentó una denuncia por daños en contra de su vecina. Y aceptaron ir a la mediación. "Fue lo mejor que pudo pasar, porque pudimos hablarnos, explicarnos las cosas y llegar a un acuerdo", dice Alma Herrera.
Y Sergio destaca el hecho que se comprometieron a mejorar la convivencia. "El sistema es útil porque superamos cosas que con el paso del tiempo se fueron acumulando", dice.

CHILE: Foro multisectorial y de distintos colores políticos fue convocado por Fundación Paz Ciudadana: Propuesta transversal para enfrentar el delito

ELMERCURIO.COM
Pilar Molina A.
Domingo 13 de septiembre de 2009


"Hay que hacer una reforma desde las bases, con más técnicos y profesionales, porque si no, las inversiones no despliegan sus efectos". Francisca Werth Directora ejecutiva Paz Ciudadana
Después de casi un año de trabajo, los 30 profesionales plantean profesionalizar, evaluar y
mantener sólo los programas que funcionan, cirugía radical al Sename y Gendarmería y dirigir el foco a prevención, rehabilitación y reinserción, los grandes olvidados en el sistema penitenciario.


Sin duda que el primer tema de preocupación ciudadana es la delincuencia, los asaltos, los robos. Se sigue manteniendo en primerísimo lugar, siempre creciendo y a larga distancia de los otros problemas del país como el desempleo (ver relacionada). Por el otro lado, las cárceles donde se matan los reclusos, la incapacidad del Sename para rehabilitar niños como el Cisarro que delinquen y la reincidencia han sido tema de todo el año.
En este contexto, el próximo miércoles 23 se conocerán las propuestas para modernizar la seguridad ciudadana que organizó la Fundación Paz Ciudadana. El abogado Jorge Navarrete valora el procedimiento de trabajo con reuniones bimensuales que terminaron en julio. "Algunas fueron muy disputadas porque congregaron a personas con distinto pensamiento político y de diferentes disciplinas, muchos de los cuales no éramos expertos en el tema, pero pudimos discutir y llegar a conclusiones valiosas".
Las propuestas, desplegadas en 300 páginas, serán comentadas por Eugenio Tironi y Cristián Larroulet en Icare. Allí mismo, hace un año, el ministro del Interior, Edmundo Pérez, lanzó el desafío de hacer una profunda reforma para modernizar al Estado, que Paz Ciudadana aterrizó en su ámbito propio, la seguridad pública.
Sólo respuesta penal
Entre las conclusiones del documento es que la respuesta estatal en Chile frente al delito sólo ha sido la persecución penal. En prevención y la indispensable rehabilitación para evitar la reincidencia, la inversión es marginal. De su presupuesto total, Gendarmería solo asigna el 2,4% a rehabilitar los 47 mil condenados que se hacinan en las cárceles y apenas el 3% a los programas de reinserción y seguimiento de los 50 mil condenados a medidas alternativas a la cárcel. Por último, los 23 mil que egresan anualmente tienen que pelearse alguno de los 350 cupos del único programa de reinserción postpenitenciaria que existe.
Ha habido algo de modernización, y la principal iniciativa ha sido la reforma procesal penal y también el plan cuadrante de Carabineros, el que opera focalizadamente desde 2000.
"Pero hay sectores de la justicia muy atrasados, como el Servicio Médico Legal y el sistema penitenciario con Gendarmería y Sename, lo cual impide que las reformas y las inversiones hechas desplieguen sus efectos", señala Francisca Werth, directora ejecutiva de Paz Ciudadana.
La propuesta es mejorar la prevención, la cual se supone que estará en manos de la nueva subsecretaria de prevención y rehabilitación que propone el proyecto en trámite en el Congreso, el que crea el Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Sugieren dos principios, que la oferta programática sea descentralizada para que los municipios puedan desplegarlos a nivel comunal y, a la vez, focalizados en las personas en riesgo delictual. Terminar con la prevención universal es la consigna, porque "el 10% de quienes cometen delitos son responsables del 55% del total".
Cirugía mayor
Bisturí postulan para Gendarmería, el eje del sistema penitenciario, cuya población en las cárceles ha aumentado en 120% en el período 2000-2008 y en 43% la que cumple condena en el medio libre.
Según el documento, Gendarmería sólo debiera continuar a cargo de las penas privativas de libertad y otra entidad tendría que asumir la ejecución de las medidas alternativas a la reclusión.
Ambos dependerían y serían coordinados, sin embargo, por un mismo ministerio.
Respecto del segundo brazo, Sename, coinciden en su reestructuración completa: dividir sus 3 líneas de acción (adopción, protección de derechos y responsabilidad juvenil) y dejar la última bajo la nueva subsecretaría de prevención y rehabilitación de Interior. Aquí hay un énfasis en tratar los niños o jóvenes como "casos" que se siguen y en la coordinación por la "altísima intersección" entre jóvenes vulnerados e infractores.
Postulan la coordinación como uno de los 4 aspectos críticos de la institucionalidad que hay que modernizar (junto a prevención, Gendarmería y Sename). En todas las conclusiones se la enfatiza como indispensable para reducir la delincuencia.
"La seguridad requiere coproducción, una visión de conjunto y una actuación que hasta ahora no ha habido", señala el especialista y asesor de la PDI Patricio Tudela, doctor en Antropología.
También plantean coordinar policías y fiscales y que el Ministerio Público y las policías compartan información sobre los hechos que investiguen y coordinen estrategias de persecución.
Evaluación-accountability
En materia de recursos humanos, la idea no es menos ambiciosa: profesionalizar las instituciones y elegir sus directivos con el Sistema de Alta Dirección Pública; especializar a los jueces, fiscales y defensores que intervienen en el sistema de responsabilidad penal adolescente, y cambiar el criterio para determinar la dotación judicial. Desde el de población al de la demanda de policía y los indicadores de victimización.
Se incorpora fuerte, además, el concepto evaluación y accountability . Proponen evaluar los programas -como los de rehabilitación y reinserción- antes, durante y al término, de manera de mantener sólo los efectivos. De la misma forma, que cuando las autoridades, como el Ministerio Público, den cuenta anual, introduzcan indicadores que les hagan responder por factores como la reincidencia.
El último capítulo detalla iniciativas para mejorar el conocimiento, programas y estadísticas en seguridad pública. Hoy "no es posible determinar la historia de un mismo sujeto dentro del sistema penitenciario", porque los sistemas abierto y cerrado no comparten información.

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120%
Aumentó la población en la cárcel entre 2000-2008
53%
subió la que cumple condena en el medio libre
47.000
condenados están presos
50.000
con medidas alternativas a reclusión