Costa Rica, Viernes 8 de mayo de 2009
La Nación - EDITORIAL
Rehabilitación desde la cárcel
Una sociedad que castiga y no rehabilita se condena a perpetuar el círculo de la violencia
El programa “Modelo de oportunidades” es una esperanzadora iniciativa de rehabilitación
Recientes reportajes de este diario sobre las condiciones de detención en las cárceles del país revelan el inaceptable estado de abandono y deterioro en que se encuentran muchos de estos centros penitenciarios. Por otro lado, dan a conocer una esperanzadora iniciativa, impulsada desde el Ministerio de Justicia, que apunta a encaminar a la institución carcelaria hacia un objetivo fundamental en un Estado de derecho: la rehabilitación de los reos para su eventual reinserción en la sociedad.
En efecto, cuando las instituciones del Estado no ofrecen los medios que permiten la reinserción social de los presos, se contribuye a crear el caldo de cultivo para que reincidan en su conducta criminal al salir de la cárcel. Una sociedad que se limita a castigar y reprimir, sin rehabilitar, estará irremediablemente condenada a perpetuar el círculo de la violencia.
Los problemas en varios centros penitenciarios del país son graves y merecen la urgente atención de las autoridades. Entre ellos, cabe citar las condiciones insalubres en La Reforma, donde la Sección Mediana Cerrada no contaba hace unos meses con un sistema de letrinas y de cañería conforme a las mínimas normas de higiene. En la Unidad de Admisión de San José (San Sebastián), como se dio a conocer tras un operativo policial, la posesión de armas blancas, el tráfico de drogas y las estafas por medio de Internet son moneda corriente.
Por otro lado, en el Centro Penitenciario para el Adulto Joven no se dispone de un dispensario médico ni de comedor, y la presencia de pandillas es motivo de frecuentes estallidos de violencia. Al no poder cumplir con su misión rehabilitadora, dichas instituciones se convierten, según la expresión de la ministra de Justicia, Viviana Martín, en un verdadero “semillero de delincuencia”.
En vista de lo anterior, es bienvenida la próxima apertura del “Modelo de oportunidades”, un nuevo programa de rehabilitación impulsado por el Ministerio de Justicia, en este último centro. El programa combina tres medios de indudable valor para la rehabilitación social del preso: la posibilidad de estudiar, el aprendizaje de un oficio, y la oportunidad de ver mejoradas sus condiciones de detención. Esta última medida está sujeta a la condición de que los detenidos se comprometan a respetar un reglamento de buena conducta, consistente en no consumir ningún tipo de estupefaciente, no tener ninguna riña, respetar a sus compañeros y al personal, y que la totalidad del grupo de reos inscritos en el programa estudie.
Sin duda, este dispositivo es un paso esencial para la rehabilitación, por cuanto crea condiciones para que el detenido interiorice el carácter coercitivo de la norma, al responsabilizarlo sobre su propia conducta. Aunque sea todavía temprano para concluir en el éxito del programa, los resultados de este último método, que hasta ahora se han podido observar, no son desdeñables. Desde su puesta en práctica, en diciembre, en la cárcel de Liberia no se han reportado problemas de violencia. Posteriormente, entre febrero y abril del 2009, el programa se ha aplicado en el Centro Penal de Pococí, en el Centro Penal de San Sebastián y en el Centro Penal de Pérez Zeledón.
Asimismo, no se insistirá nunca lo suficiente en la importancia del estudio y del trabajo para la reinserción social de los presos. Por un lado, el estudio es un medio inestimable de superación personal; por otro lado, desde el punto de vista de la sociabilidad, la satisfacción de contribuir con la sociedad, mediante el aprendizaje de un oficio, le permite al individuo tomar conciencia de que la sociedad necesita de él, como él necesita de la sociedad. El testimonio de presidiarios de la cárcel de San Luis, en Heredia, donde se han puesto en práctica proyectos de trabajo agropecuario e industrial, es elocuente: “Me siento una persona importante. Además, me gano el sueldo con el sudor de mi frente. He aprendido, por primera vez, a valorar el trabajo”, expresó uno de ellos.
La responsabilidad del Ministerio de Justicia en la rehabilitación de los presos es ineludible, y nos complace que se estén tomando nuevas medidas en ese sentido. Sin embargo, cabe recalcar la importancia de la participación de las comunidades en el desarrollo de estos proyectos. En Pococí y en Liberia, la contribución mediante donaciones de parte de un medio de comunicación local, Canal 36 de Guápiles, y de la Municipalidad de Nandayure, respectivamente, merece nuestro reconocimiento.
Esta muy bueno el reportaje ... soy de venezuela y estoy realizando un proyecto que tiene que ver con esto y esteresante ver que esta realidad que mencionas es solo una particularidad de los paises latino americanos ... La pregunta seria que hacemos mal .? o que dejamos de hacer ? o que podemos hacer ? La situacion de venezuela es critica y la unica manera de resolverla es con ayuda de latinoamerica entera ... wiyenis
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